La primera ley de Newton o ley de la inercia afirma que “un objeto en movimiento permanecerá en movimiento uniforme y rectilíneo de forma indefinida si no hay una fuerza que actúe sobre él y lo obligue a cambiar de velocidad (acelerar o desacelerar) o a cambiar la dirección de desplazamiento"
En las organizaciones mientras el modelo de negocio funciona en un contexto conocido y relativamente estable es fácil caer en una estrategia “de rutina”, de continuidad. Los resultados a corto plazo pueden ser satisfactorios y la organización como ente vivo se encuentra en una zona de confort en la que sus sistemas, procesos y estructuras son válidos.
Relacionando la gestión de la organización con la primera ley de Newton deducimos que si no somos proactivos y decidimos nosotros generar el cambio es difícil que crezcamos o seamos capaces de desarrollarnos en un nuevo entorno. “si no hay una fuerza que actúe sobre él”, esa Fuerza puede ser interna como comentamos y si no lo es, será externa. Como ejemplos de fuerzas externas puede ser un cambio de tendencia en el sector, nuevas necesidades o deseos de los consumidores, un enfoque rupturista que nos puede coger con el pie cambiado y dificultar el avance o crecimiento de la organización. Tenemos que ser curiosos y observadores de nuestro entorno competitivo, qué inputs nos dan pistas sobre tendencias futuras, como podemos detectar y avanzarnos a nuevas necesidades. Actuando de esta manera sabremos cambiar la dirección o velocidad de la Organización para ser más flexibles y adaptarnos (o crearlo) al nuevo entorno. En definitiva crecer como organización.
Para obtener resultados extraordinarios tenemos que hacer las cosas de manera diferente, no podemos esperar resultados diferentes haciendo las cosas como siempre.
"la definición de locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar un resultado distinto" Alber Einstein.
Esta actitud es lo que tenemos que trabajar. La organización es un ente vivo y dinámico, para generar un cambio de velocidad o de dirección de negocio una vía es la innovación y siempre ser más creativos en todo lo que hagamos en la organización. Esa fuerza interna para romper con la inercia debe fundamentarse en el compromiso y motivación con el propósito de la organización y de las personas que la forman. En consultoría queremos ayudar a fomentar esa actitud plena, abierta y curiosa, para enriquecer la creatividad y el compromiso en la organización.